Cine y Moda: Annie Hall.

Como ya comentamos en la anterior entrada, no sólo vamos a hablar específicamente de moda. Es por eso que hoy vamos a dedicar este post a una de las comedias más famosas de la historia del cine y una de las películas más reputadas de su director: Annie Hall. 

Esta magistral película fue escrita, dirigida, y coprotagonizada por Woody Allen en 1977. Consiguió un total de cuatro premios Óscar y es la séptima obra de la dilatada carrera del director. Podría decirse que es la primera donde empiezan a tener más peso los temas críticos y reflexivos sobre la comedia más absurda, tema general, aunque no exclusivo, de sus seis primeros filmes. Además, es donde comienza a utilizar su ya famosa escena de créditos inicial, con su tipografía y música característica; escena que ha mantenido en todas sus cintas hasta la actualidad, con excepción de ese homenaje a Ingmar Bergman que es Interiores (rodada en 1978).

Pero no sólo de Woody Allen dependió su éxito. La otra protagonista, Diane Keaton, realiza el memorable papel de Annie Hall, personaje que interpreta de forma tan natural que hasta la propia actriz dijo que realmente hace una versión de sí misma, ya que “Annie Hall” era el mote por el que la llamaba su familia. Uno de los cuatro Óscar conseguidos fue para ella como “Mejor Actriz”. Y es que, hay algo aparte de la propia obra que transcendió el universo cinematográfico hasta llegar a convertirse en un fenómeno en la moda de los años setenta: el vestuario de Annie Hall.

Cuenta Diane Keaton que eligió la ropa combinando las prendas que veía que llevaban las mujeres elegantes del momento por las calles de Nueva York. Básicamente, el estilo consistía en ropa de hombre en tallas grandes, de manera que quedara holgada. En este estilo entran corbatas, camisas, chalecos, sombreros de ala ancha y enormes bolsos. Más allá de las elecciones de la propia Keaton (las cuales eran las principales), el equipo de vestuarios estuvo formado por, entre otros, Ralph Lauren, el cual diseñó muchas de las prendas del filme.

  

Para terminar, os dejamos una de las escenas más recordadas de la película (tanto en español como en versión original), en donde Woody Allen resuelve de una manera fantástica e imposible una situación que os habrá pasado, de una forma u otra, alguna vez.