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jueves, 5 de noviembre de 2015

¡No tengo nada que ponerme!

Uno de los grandes dramas de toda mujer tiene lugar cada mañana antes de salir de casa. Sobre todo para aquellas que se levantan con el tiempo mucho más justo de lo que deberían.
En nuestro blog ya te explicamos cómo puedes organizar tanto tu armario como los cajones, para así encontrar las prendas, complementos y objetos más pequeños de una forma más cómoda y rápida.
Una vez tengamos todas nuestras prendas ordenadas, es hora de escogerlas. Y ahí es cuando llega uno de los momentos más temidos del día: ¿qué me pongo?
La cadena de ropa británica Matalan ha elaborado un estudio en el que  concluye que las mujeres dedicamos alrededor 287 días a lo largo de nuestra vida a decidir qué conjunto utilizar durante el día. Además, este mismo estudio determina que dedicamos una media de 16 minutos a pensar, probar y tomar la decisión de escoger las prendas y complementos que nos acompañarán durante la jornada. Y admitámoslo, esos 16 minutos dudando nos estresan y provocan estrés.
Por ello, para ganar tiempo y eliminar en la medida de lo posible ese estrés de nuestras vidas, los expertos recomiendan escoger la ropa la noche anterior. Y es que así podremos evitar esos pequeños imprevistos que nos pueden poner de mal humor, como una arruga en la camisa o una pequeña mancha.



A continuación, te explicamos una serie de ventajas si decides llevar a cabo esta técnica:
  • Eliminarás el estrés de tener que decidir deprisa y corriendo.
  • Evitarás el mal humor si las prendas escogidas estaban arrugadas, sucias o no conjuntaban como realmente querías.
  • Si vives en pareja, podrás preguntar su opinión evitando así que la otra persona esté durmiendo.
  • Tendrás más tiempo para dormir, arreglarte o desayunar tranquilamente.







jueves, 23 de julio de 2015

El color y tu estado de ánimo

Dicen que la ropa que utilizamos en el día a día es un claro reflejo de nuestra personalidad. Pero además, no solo es el estilo de la ropa que llevemos, si no también los colores que utilicemos. Y es que según el tono que tengamos puesto, éste influirá en nuestro estado de ánimo y en la imagen que queramos proyectar de una misma.

Los looks más clásicos y colores menos llamativos son ideales para esos días en los que quieras pasar desapercibida. Aunque el negro es un color elegante, te recomendamos combinarlo con alguna prenda de color para no transmitir tristeza.

Por el contrario, los colores vivos y llamativos reflejan alegría y vitalidad. El verano es una época que llena nuestro armario de color y nuestro ánimo siempre es más positivo.
Si tu día se torna en gris... añade un toque de color a tu outfit y verás cómo mejora poco a poco.

Si te encuentras animada y con las pilas cargadas de energías, lo ideal es utilizar colores excitantes, como el rojo, naranja o amarillo, que continúen esa vitalidad y transmitan alegría.
Los tonos verdes y azules te aportarán esa tranquilidad que necesitas para tus días más caóticos. Y los colores neutros, como el blanco y nude te permitirán aumentar tu nivel de concentración.

Pero lo más importante de todo, sea cual sea el color que utilices y el estilo que mejor vaya contigo, has te sentirte cómoda y a gusto contigo misma.


jueves, 27 de marzo de 2014

EL TEATRO DE LA MODA

Hoy es el día mundial del teatro.
Muchas veces en la moda, los desfiles son auténticas obras de teatro. Pero hace tiempo existió un auténtico teatro de la moda, el  Théâtre de la Mode. Y hoy queremos aprovechar para contaros un poquito en qué consistía este  “Teatro de la moda”.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la moda prácticamente estaba en crisis.  La clientela o bien había desaparecido, o no podía permitirse los elevados precios de los diseñadores.  Y existía una dificultad enorme para poder encontrar tejidos. Todas estas situaciones habían provocado el cierre de muchas tiendas de ropa.
A la Chambre Syndicale de la Couture Parisienne, con la ayuda deL’Entraide Francaise, se le ocurrió organizar un evento especial que ayudara a resugir el sector, y situar a  París como capital de la moda. Se invitó a diseñadores muy importantes en aquel momento, a peluqueros, zapateros, joyeros y se les pidió que vistieran a doscientos maniquíes de setenta centímetros de alto, creados por Eliane Bonabel. Estos serían colocados en los trece escenarios creados por otros artistas y capitaneados por el ilustrador y escenógrafo Christian Bérard. Todos los participantes se unieron para crear algo único, un recuerdo de tiempos mejores, y una mirada al futuro. Desde el conjunto deportivo hasta el vestido de baile, cada modelo se realiza con su ropa interior y sus complementos. Minúsculos ojales cosidos a mano, microscópicos, abotonan cada botón. Los sombreros tienen la medida de una moneda. Diminutos zapatos de piel lucen la marca de los grandes zapateros a medida. Pieles, bordados, plumas o joyas acompañan las cabelleras de seda onduladas.





El estreno tuvo lugar un día como mañana, 28 de marzo de 1945, en el Museo Louve de parís. El éxito fue arrollador, más de 100.000 personas acudieron a la exposición, la cual  recorrió multitud de ciudades europeas. Y en 1946 se trasladó hasta Nueva York para la que se crearon nuevos maniquíes que presentaran la moda de 1946. Tras esta exposición las muñecas se guardaron y se almacenaron en el museo, donde permanecieron hasta 1952, año en el que partieron hasta el Museo de Maryhill. En 1980 volvieron a París para ser restauradas y expuestas de nuevo.  Hoy en día, los maniquís se encuentran en el Museo de Arte de Maryhill, donde se pueden visitar.
Estas imágenes son de David Seidner que fue el encargado de fotografiara las muñecas, restauradas para la ocasión, cuando el Museo de las Artes Decorativas de París organizó una retrospectiva de la exposición en 1990.



Esperamos que os guste.  Y como me gusta tanto rescatar frases célebres, cierro con una frase de Albert Einstein:
“En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento”.