jueves, 29 de noviembre de 2012

Segundo Relato del Concurso

Como os adelantamos en la anterior entrada, os mostramos a continuación el relato que terminó segundo en el concurso: Miedo a la Oscuridad, de Cristina Campo Braña.

Esperamos que os guste ;).

Miedo a la oscuridad

Quedan tantas cosas por decir… y sin embargo, los días pasan y un silencio sepulcral de gritos que no dicen nada, invade cada rincón de mi destrozado corazón. ¿Recuerdas que queríamos ser cuando nos conocimos? Ojalá quedara algo de aquella ilusión por sentir, por vivir… Ojalá pudiésemos volver a creer en algo. Volver a sentirnos alguien. Ser alguien fuera de estas cuatro paredes que se derrumban por momentos. Pero me pierdo. Te pierdo. Nos perdemos. Un cúmulo de dudas alrededor del único gran paso que dí en toda una vida de intentos frustrados. Ese gran paso que ahora me hace temblar, perder el equilibrio, tartamudear… que me deja paralizada y vulnerable ante un pasado que recuerdo como perfecto, un presente de noches en vela y sueños que se esfuman y un futuro que no sé construir. Ese gran paso que ahora me hace temblar cada vez que me miras, que me rozas con tus dedos…Cada vez que me prometes la luna, aún a sabiendas de que la luna no es nada para mí cuando me besas con tus ojitos de miel. Ya sabes…incluso la luna me sabe a poco.

Y tú, mientras tanto, como si nada… Viviendo al día, sin dejar señales. Rompiendo la copa donde dejamos gran parte de nuestras ilusiones. Maldiciendo al pasado. Malviviendo el presente. Postergando el futuro. Te miro, buscando en tus ojos la primavera y sólo encuentro el frío de esos inviernos que acaban haciéndose demasiado largos, demasiado grises. No puedo. Sigues obviando un amor que se desmorona a cada segundo, obviando nuestros recuerdos. Dejándome desamparada, con mis inciertos intentos de encontrar la melodía. Deseando el paso de los días, idealizando y temiendo los días que vendrán e intentando curar las heridas vitalicias de unos días que ya han sido y que nunca podremos recuperar. Perdiendo los zapatos en cada tentativa de pisar más fuerte. Sin saber que decir(te). Tanteando esos caminos que dicen que es mejor recorrer descalzo y curándome las heridas con el veneno de tu voz al otro lado del teléfono.

Morir un poquito con tanto silencio. Tus ojitos mirando al techo. Miedo a la oscuridad.

No te rindas. Por favor. No cedas. 

2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Gracias por publicarlo. Pero estaría bien un detallito de consolación jejeje. Un saludo.

    Cristina Campo Braña

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